jueves, 2 de enero de 2020

Tener un tutor mayor favorece que no seas agredido

La conducta agresiva es funcional siempre y de manera inmediata. La inhibimos bien por que valoramos una consecuencia a corto plazo no deseable o bien por un principio ético. No podemos pedir a niños y adolescentes que incorporen, de buenas a primeras, un principio ético a su conducta si los modelos que ven en nuestra sociedad no lo hacen. Lo que si resulta efectivo es saber que un comportamiento agresivo contra un igual tendrá una consecuencia en forma de rechazo por parte de personas importantes para el escolar (su tutor/a, los/as tutores/as de sus compañeros/as y sus propio/as compañeros/as). De esta forma se consigue inhibir comportamientos agresivos habituales que son sustituidos por otros alternativos y que favorecen una convivencia no violenta. El siguiente vídeo puede ilustrar este principio.

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